Un dietista elabora el menú, sano y equilibrado, con productos de primera calidad comprados en comercios locales y elaborados de forma casera. Además, atendiendo a la diversidad del centro, existen menús para distintas confesiones religiosas, o necesidades de salud (celiacos, dietas blandas, etcétera).
El personal del colegio está a cargo del comedor para cubrir las necesidades de los alumnos, y convertir así este servicio en una actividad formativa. Se les enseña cómo comportarse con educación en la mesa, que deben comer de todo, las propiedades de cada uno de los alimentos…
Comer con educación: la buena educación en la mesa consolida hábitos diarios que refuerzan el equilibrio personal, la capacidad de relación social, las “buenas maneras” y la higiene.